La sangre es un sistema de transporte que suministra a los tejidos minerales y oligoelementos, incluidas las toxinas.
Los metales circulan por la sangre durante aproximadamente 72 horas, transcurridas las cuales se eliminan de forma natural o quedan depositados en diversos tejidos del organismo.
Unos niveles elevados de metales en la sangre son indicio de una exposición inmediata a ellos y de intoxicaciones agudas.
La reducción de las concentraciones de minerales esenciales y oligoelementos refleja un aporte inadecuado y puede indicar una deficiencia nutricional.
Beber agua rica en metales o consumir piensos ricos en metales puede ser la causa de la exposición de los animales. Si los niveles de sangre indican una exposición aguda e inmediata a los metales, debería considerarse un análisis de la piel o el pelo a fin de confirmar o descartar la exposición a largo plazo.
El contenido de metales del suelo o el agua varía geográficamente. Podría ser pertinente realizar un análisis de los metales en el agua o el pienso.
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